Hipnosis para adelgazar

 

 

Olvidarnos para siempre de cualquier idea de dieta, sacrificio, esfuerzo, y de todo concepto que signifique luchar contra nosotros mismos, por supuesto nos referimos a ese Nosotros Mismos que se halla en Plenitud. Ese Yo Mismo, no necesita devorar un fuet entero mientras prepara o se calienta alguna comida prefabricada o de baja calidad nutricional mientras escucha las redes o le grita al teléfono. Mi Yo en Plenitud no necesita cenar descontroladamente, sin hambre, para llenar un vacío emocional del que ni siquiera soy Consciente. No se “premia”, comiendo algo que sé que no me sienta bien, que sé que me engorda porque no lo necesito, que sé que me inflama y aumenta mi dolor articular y de espalda. Y que , además si siente fatal por no llevar la Vida que desea.

 

 

Como en cualquier desequilibrio, la respuesta a estas y otras preguntas las encontramos en los dos Centros fundamentales de nuestra salud, en nuestro organismo físico, y en nuestra esfera Psico- Emocional, una vez más CUERPO Y MENTE.

Necesitamos, evidentemente, que todos nuestros sistemas orgánicos funcionen a su máximo nivel , y ello significa no sólo el correcto desarrollo de las funciones propias de cada órgano, si no también, e incluso más importante, la mayor coordinación y cooperación armónica entre cada uno de ellos. No pensaré bien si camino mal, no descansaré bien si no puedo digerir, no tendré energía si no respiro correctamente, mi musculatura será débil si mi páncreas no regula mis índices de glucosa en sangre…. Son algunos de los diez millones de ejemplos que podemos constatar y de cuya relación rara vez somos conscientes.

A través de la estimulación de puntos de Acupuntura y de la Dietoterapia alcanzaremos estos objetivos de forma totalmente Natural y para siempre.

 

Pero, tal vez, las respuestas más ansiadas son aquellas para las que no encontramos un razonamiento lógico, dónde, una y otra vez, sucumbimos a los planteamientos y objetivos que nos marcamos. Desde el “esta semana no voy a cenar por las noches”, hasta “los Atracones” más o menos descontrolados. Desde el “¡ Qué bien me sienta la ensalada ¡¡ “ pero acabo comiendo patatas fritas, al “tengo fruta fresca en la nevera” pero me acabo pidiendo un burguer por Globo. Siempre con un mismo final, una tremenda sensación de fracaso y malestar.

¿ De donde me viene tanta incongruencia? ¿ Qué me impide actuar en la dirección que pienso y siento??

Claramente, el Malestar Emocional (Ansiedad) y toda una serie de Creencias Inconscientes que se nos han implantado en algún momento de nuestra vida (normalmente infancia y adolescencia) a las que no tenemos acceso desde la mente consciente racional, pero que dirigen y condicionan totalmente nuestra conducta. 

 

Resulta imprescindible compensar y/o modificar esas creencias inconscientes para cambiar, definitivamente y sin esfuerzo ni lucha nuestros hábitos, costumbres y forma de vivir, y lo conseguimos a través de la HIPNOSIS,  y la técnica del Movimiento Rápido de ojos. 

 

Hoy sabemos que la parte de nuestra psique, que denominamos El Inconsciente y que comúnmente situamos en las estructuras cerebrales correspondientes al sistema límbico o cerebro emocional, situadas fundamentalmente en la hipófisis y el hipocampo, rigen, en más de un 95 % todo nuestro funcionamiento, desde nuestra personalidad, nuestros gustos, nuestras emociones, nuestros miedos, y, por supuesto , nuestras decisiones y nuestra conducta. En esas estructuras de nuestro cerebro se hallan alojados y, almacenadas o pendientes de almacenar (integrar) toda nuestra biografía emocional y las experiencias y aprendizajes que condicionan absolutamente la Persona que somos. Que gestos, conductas, expresiones, etc., aprendimos a los cuarenta días de vida para obtener la atención de nuestros cuidadores (por lo general mamá y papá)…, mis primeras experiencias de cualquier tipo, desde mis primeros pasos, hasta mi primer beso, pasando por mi primera sensación de pérdida, etc., etc. Sabemos, también, que desde nuestro cerebro racional (neo-cortex), desde donde pensamos y creemos decidir, no tenemos acceso directo al cerebro límbico, sin embargo, ante determinados estímulos, el sistema límbico (cerebro emocional) sí puede tomar el control de forma inmediata del córtex, asumiendo el control de nuestra conducta ( automatismos, conductas irracionales, impulsos, etc.). En consecuencia, si queremos cambiar nuestra conducta, deberemos necesariamente modificar nuestra estructura emocional inconsciente en aquellos ámbitos disfuncionales (adicciones, miedos, obsesiones, limitaciones, creencias ).

 

Y, actualmente, sólo conocemos tres vías para acceder a nuestro inconsciente, a través de “estados modificados de consciencia”, ya sea técnicas de meditación y relajación avanzadas, a través de algunas sustancias, y, a través de la interpretación personalizada de las experiencias oníricas (los sueños) . La Hipnosis Clínica, practicada por un profesional experimentado, participa y emplea todas las vías mencionadas ( en el caso de las sustancias, exclusivamente las de nuestro propio sistema bioquímico). Es por ello que resulta una herramienta tan eficaz para mejorar cualquier aspecto de nuestra Vida, y para desarrollar todas nuestras capacidades y alcanzar el Bienestar de forma duradera.